mardi 30 septembre 2014

En cuanto al Premio Ricard…

30 de septiembre de 2014, por Lunettes Rouges


(articulo original en francés aqui)


Mélanie Matranga, complejo o complicado, 2014


Este año la selección de los artistas la hizo castillo/corrales : muy de avanzada y muy conectada con lo que se hace, (muy) jóvenes artistas aun desconocidos excepto para algunos illuminati (de los que no formo parte). Para empezar, un comunicado de prensa que no quiere parecerse a un comunicado de prensa, y, apenas se entra en el espacio de la exposición (hasta el 31 de octubre, anuncio del ganador el 24 de octubre),


Mélanie Matranga, complejo o complicado, 2014
se tropieza con una obra de artista que no quiere parecer una obra de artista : cables eléctricos enterrados debajo de una alfombra de color marrón sucio que la arrugan y deforman, y, aquí y allí, tomas de corriente -machos y hembras, naturalmente- que emergen como tubos de perfusión, como el confuso hilo de Ariadna en un mundo subterráneo. Obra de Melanie Matranga (que obtuvo el premio Frieze Award) que está finalmente bien adaptada, que concuerda con el tono mismo de la exposición (pomposamente intitulada -pero claro que se trata de un doble sentido - o no : "La época, humores, valores, atención"); y el hilo de Ariadna del que hablábamos conduce a una cúpula en donde pasan música. Hum.



Camille Blatrix, Quiero pasar el resto de mi vida contigo, 2014, 40x88cm

Luego, esculturas banales, un trailer enigmático, un road-movie interminable, un vampiro grotesco;  da como pena y uno se siente que está preparado para 


Camille Blatrix, Stil'elle, 2014, 40x5cm
votar por la artista de los cables enterrados (como ellos), cuando de repente, dos pequeñas joyas discretas, a ambos lados de una abertura, joyas de aluminio, de plata y de maderas preciosas, hasta con un poco de marfil. La una no parece sino un broche, la otra difunde música una vez que se ha descubierto el mecanismo. Se trata de dos obras preciosas, distinguidas, en las antípodas del ruido vociferante de tantas otras, estas piezas enigmáticas y que hacen pensar, se llaman, Quiero pasar el resto de mi vida contigo, y, Stil'elle. En el acto se quiere saber más sobre la obra de Camille Blatrix, sobre sus relatos de ficción y sus raras joyas, entonces finalmente decidí votar por él. 

Al salir, en el metro, una citación muy oportuna que dice : si ustedes creen que van a salvar la situación con citaciones intelectuales...



Cartel del taller Malte Marin para el teatro l'Athénée

Fotos del autor

lundi 29 septembre 2014

Premio Marcel Duchamp, próximamente

29 de septiembre de 2014, por Lunettes Rouges

(articulo original en francés aqui)


Julien Prévieux, de octubre a febrero, 2010, suéteres de lana, ganchos

Como este año, al contrario de los años anteriores, posiblemente no asista a las presentaciones de los jurados del Premio Marcel Duchamp; entonces me dije, metámonos de una vez; así que me fui a ver la exposición de los nominados en Rouen (apenas a tiempo : la exposición se termina el 28 de septiembre), y es verdad que uno no se puede figurar la obra que presentarán en la FIAC, pero por lo menos se hace una idea bastante completa de sus obras. De entrada elimino el grotesco de servicio que acumula toda la banalidad ordinaria (aquí redundancia de cráneos...); 
espero que el rumor que hay a su alrededor no sea suficiente para que se lleve la preferencia del jurado (que este año, por primera vez será precedido por Bernard Blistène...).



Florian et Michaël Quistrebert, Quadribleach, 2013, Lejía sobre algodón 


La obra de los hermanos Quistrebet, que reconozco no conozco, me hace pensar en un atractivo callejón sin salida : es interesante y audaz volver a la abstracción para remodelar los contornos con lejía, bomba aerosol y vídeos abstractos, pero no veo bien a dónde conduce y qué aporta, tal obra me parece una buena realización técnica y una señal de nostalgia pictórica, pero me parece estéril. 



Evariste Richer, La Naranja, 2013

Después, dudé mucho entre los otros dos artistas pues los dos cuestionan, los dos ponen en duda leyes, parámetros bien establecidos, con un humor anarquista y una desviación que podríamos calificar de pos debordiana. Evariste Richer se interesa por las leyes de la ciencia, por el medidor estándar y por el nivel de burbuja, y las transformaciones que de ello hace están llenas de poesía. 
Así, su Naranja yuxtapone un elemento de un observatorio astronómico gigantesco de la India del siglo XVIII y un minúsculo goniómetro de la misma época : dos herramientas de medida y de comprensión del mundo, que pone a escala combinándolas en una forma orgánica y colorida, la naranja. 


Julien Prévieux, La búsqueda del milagro económico, 2007

El enfoque de Julien Prévieux es igualmente irreverente, pero en lugar de atacar la ciencia lo que ataca es el mundo de hoy, la economía, el negocio, la vigilancia, la industria cultural, es en nuestro aquí y ahora que es anti productivo y revolucionario. Ya conocen sus cartas de sin-motivación (que no podían sino seducirme, visto mi pasado). Sus diagramas analíticos, sobre el modo gráfico de los asesores en "inteligencia", se vuelven divertidísimos cuando los usa para descifrar, según códigos esotéricos medievales, obras filosóficas o de economía política de referencia (aquí, Das Kapital). El arma irónica o irrisoria se aplica de maravilla cuando hace tejer suéteres, según códigos de colores bien precisos, de algoritmos provisionales de simulación social que sirven para predecir revueltas populares o disturbios de ciertos grupos. Mi favorito es él pues su enfoque artístico preciso y exigente se encuentra con las preocupaciones actuales. 


Fotos del autor

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Vuelta al cole a orillas del Tajo, continuación


25 de septiembre de 2014, por Lunettes Rouges

(articulo original en francés aqui)

Otras exposiciones interesantes


 Mafalda Santos, Alvará, 2014, foto del autor


Después de haber descubierto el Centro de arte Carpe Diem (que celebra sus cinco años) y que tanto me entusiasmó, volví para ver su nueva exposición (hasta el 20 de diciembre): es un espacio muy interesante y exigente, y que pide que las obras expuestas tengan densidad, para que puedan existir frente a la intensidad del lugar. Algunas obras no me convencieron mucho, me parecieron demasiado neutras o demasiado fáciles o irónicas (la obra de arte como basura...), mientras que otras, saben ocupar el espacio con nobleza y fuerza. Así, Mafalda Santos hizo en uno de los salones de honor, una pared de hojas de papel amontonadas, con discretos efectos de color fundido en el canto y el juego de luz del sol : es una destrucción, una biblioteca en ruinas, un monumento funerario al papel, a los libros, un memorial de burocracias muertas. También es una escultura mínima, un obstáculo con una falsa frivolidad, engañosa, que hay que esquivar, y con la cual el cuerpo se mide en vano al imprimir a veces también su sombra. (Aquí también



Renato Bezzera de Mello
De onde os rios se encontram para inventar a mar,
photo Oxana Ianin


En la cocina encontramos otra obra sobre la memoria, otro monumento con el cual nos enfrentamos : es acuático, marino, flexible y convexo, de miles de azules entre gris y azul. Renato Bezerra de Mello, soñando con el océano que, desde su ciudad Recife, lo separaba de Lisboa, acumuló centenas de rollos pintados de azul, amontonados sobre una mesa larga (aquí también). De esta acumulación nace una sensación de belleza irrisoria, de impotencia humana y de nostalgia soñadora, refuerzan, disimulados en rincones oscuros de la pieza, tres vídeos marinos, brumosos y húmedos. También me llamó la atención la obra pos colonial de 
Sandro Ferreira, y los "juegos de palabras" de Tim Etchells ( muy presentes en Lisboa este año) que acompañaba una serie de fotografías de textos en la ciudad (grafitis, eslóganes...) realizados por jóvenes aficionados dentro de los cuales algunos son muy buenos. 


Kiluanji Kia Henda, Rusty Mirage (The City Skyline), 70x100cm, 2013


En la galería Filomena Soares (hasta el 29 de noviembre), el artista angoleño Kiluanji Kia Henda (del que en otro lugar pudimos apreciar la ironía mordaz y crítica cáustica) presenta una obra que esta vez es más sobria, más utópica, sobre una ciudad espejismo, el sueño de una ciudad en el desierto : planos (un Templo, un Palacio de poder abstracto), excavaciones, el periplo de un hombre que persigue su sueño. Las construcciones son sólo esqueletos de metal, sin paredes, sin consistencia. Seguramente no entendí todo, pero me gustó esa obra flotante, irreal, ensoñadora (al lado de la cual su humor sobre Dubai no cae bien, un cambio desconcertante). 


Felipe César, Golden Visa

En la galería Cristina Guerra (hasta el 11 de octubre), Filipa César (ya habíamos visto su obra el el Jeu de Paume) sigue sus investigaciones sobre Guinea-Bisáu, Amilcar Cabral, las guerras coloniales (y los diferentes tipos de minas), y más generalmente el cuestionamiento de la historia, de los archivos, de los restos. Un video muestra al artista, leyendo en tono monocordio a la luz de un proyector, alternativamente en inglés y en portugués, textos sobre Cabral y Bisáu, un dispositivo trabajoso como una conferencia académica. La articulación entre este interesante trabajo histórico (y de interrogación de la historia) y, por otro lado, la denunciación en acuerdo con la política actual de Portugal que quiere atraer a su territorio extranjeros ricos ("Golden Visa") y jubilados al tiempo que anima a los jóvenes portugueses para que se vayan al extranjero (como el artista que vive en Berlín), no me pareció convincente. 




Vasco Araujo, Re Cordum : Voltar ao Coraçao 8, 2014, 112x50x26cm, photo de l'auteur


Para terminar, la galería Baginski presenta (hasta el 22 de noviembre) una exposición de Vasco Araujo (también a él lo vimos en el Jeu de Paume hace unos años y yo lo describía como simple compatriota de Pessoa...) que presenta un dispositivo muy interesante cuyo eje es la voz, las voces. Al lado de algunas composiciones exóticas con palmera, coco y pie de elefante ("es tropical, es exótico, es sexy.."), lo que vemos primero son una decena de grupos de reproducciones de cuadros o de dibujos, dos, tres o cuatro a la vez, no están pegados en las paredes sino despegados, oblicuos, angulares, por lo que adquieren una tercera dimensión, formando una especie de escultura en donde los retratos se miran o se desdeñan. Son reproducciones de las obras de Eduardo Malta, artista suboficial del régimen de Salazar, retratista de la buena sociedad, y discretamente, también pintor de desnudos. En el salón mundano que se podría crear aquí entre esos elegantes retratos aristocráticos, obedientes y pomposos, fríos y dignos, interfieren algunos intrusos, un viejo negro tan digno como ellos, dos mujeres africanas desnudas, una de ellas más bien "etnográfico-colonial" (naturalmente), la otra diabólicamente erótica (Inés, Cabrocha Brasileira, un cuadro que aparentemente causó escándalo en esa época; arriba al centro, entre una elegante en traje de noche y otra en traje country). Qué decir? Para cada conjunto, un cable, un audífono, un letrero : voces, textos; no se deben leer los textos primero hay que escuchar las voces, incluso sin entender, impregnarse de los sonidos, de los acentos, de los tonos. Aquí se crea el vínculo, aquí se encuentra la magia. Vasco Araujo es también un hombre de teatro y de ópera, y son las voces roncas y reidoras, frívolas o preocupadas lo que constituyen el cemento de las obras (los locutores están acreditados en la exposición). Las voces hablan de celos, de deseo, de aburrimiento, de inocencia y paraíso en un discurso lejano, como velado ( la mayoría de los textos son citaciones de las obras de José María Vieira Mendes) cuyas palabras no parecen tan importantes como el decorado construido por ellas, y resulta un edificio de tensión y de indiferencia. 




Vasco Araujo, Re Cordum : Voltar ao Coraçao 5, 2014, 160x45x28cm, foto del autor


Las únicas palabras que quedan en la memoria al salir de la galería son las de los negros, de los intrusos, que dicen : miren el color de nuestros ojos, no el de nuestra piel, miren en que nos parecemos y no las diferencias. La mulata brasileña dice que no quiere que la usen para hacer arte, que se ha vuelto un discurso en boca de otros, que ella es el Otro y que está perdida. La violencia de la argumentación de los colonizados contrasta con la elegante neurastenia existencial de las otras voces. La última obra hace que se enfrenten, al ojo y a la oreja, un corazón y una voz de mujer, por un lado nueve estatuas de madera negra, nueve bustos de negros, agrietados, dañados y por el otro la reproducción inmaculada de la Venus de Milo : diálogo sin salida, no tenemos historia. Una organización compleja a partir de contribuciones, reproducciones de Malta, textos de Mendes, voces de doce actores, introduce en la quietud histórica pos colonial un fermento, cuestionamiento, una mirada que molesta. El título de la exposición es volver al corazón, y también saber de memoria, recordar. 

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samedi 20 septembre 2014

La vuelta la cole a orillas del Tajo (1)

20 de septiembre de 2014 por Lunettes Rouges

Mientras volvemos a las orillas del Sena, dentro de unos días...

(Artículo original en francés aquí)


Vista del mar de paja desde la zona industrial Baja do Tejo

Es inevitable, cuando uno descubre una escena artística, equivocarse un poco, perder un poco su tiempo en galerías o salones en donde las obras parecen más bien destinadas a salas de espera de estomatólogos, pero también se descubren cosas bellas, ya sea en las galerías más famosas, en reuniones de barrio o en lugares más insólitos. Empecemos entonces por lo insólito, lugares que se encuentran fuera de los recorridos habituales, que lo conducen a edificios otrora elegantes y que hoy están medio en ruinas, en donde aún quedan los vestigios de una instalación veneciana, o en medio de una lejana vivienda social, para ver ovejas y cajas de pasos muy a la Saint-Exupery, o, mejor todavía, en un parque industrial casi totalmente desafectado, al otro lado del río. En ese paisaje  tristemente pos industrial, pero bañado por la luz del mar de la Paja, seis artistas que estuvieron en residencia junto al Museo industrial de la zona, presentan su trabajo (hasta el 11 de octubre)en un recorrido entre los edificios industriales abandonados (algunos con bonitos azulejos) con la comisaria de la exposición Claudia Ramos. De la mayoría de las obras se desprende una sensación de ruina, poesía de los vestigios; el uno la traduce de manera sonora y vibratoria, recreando una respiración en esos lugares asfixiados, la otra lo hace con proyecciones de materias químicas de colores sobre las paredes de esas fábricas, como desafíos resucitadores ante su muerte programada..



Dalila Gonçalves, Archivos de Sombra, 2014, instalación


Dalila Gonçalves (que ya sobresalió hace algunas semanas) abre puntos de vista indirectos hacia el exterior, amontona registros viejos, podridos y petrificados, y, en otra sala, genera en las paredes leyendas fantásticas a partir de algunas páginas de esos libros de cuentas que simplemente introdujo en largas agujas que giran delante de proyectores y que reflejan sombras 
extraordinarias, que a partir de nada recrean un mundo poético, olvidado, irreal (hasta pude imaginarme, las carabelas de Vasco de Gama que salieron de aquí mismo hace 500 años...). La magia consiste en que logra crear una poesía efímera y trágicamente irónica a partir de objetos irrisorios y abandonados. 



Valter Ventura, Resquicio, 2014, fotografía


Valter Ventura fotografía residuos, escoria, ceniza de fondo, ladrillos rotos o papeles quemados como si fueran objetos preciosos, suspendidos con ganchos. Glorificación de esos restos que perdieron todo valor, creando de nuevo respeto e historia. Afuera, frente a Lisboa, a la orilla del mar, después de los aguaceros de la víspera ya no quedaba, cuando visité, sino una nueva ruina, un montón de arena ahuecado en el centro, y a los mediadores les cuesta hablar de ese proyecto del grupo Projecto Teatral, sin prestar ninguna atención a su título. Pero vagos y viejos recuerdos (apoyados por fortuna por Wikipedia) le permiten al espectador -teniendo en cuenta su edad, posee algunos viejos recuerdos que datan del liceo-, identificar un  cráter de volcán y, quizás, un pedestal para clavárse en la lava : Empédocles, claro, (que se suicidó tirándose en el Etna en erupción) que imaginaremos aquí más bien como pesimista absoluto que como vanidoso inolvidable, poniendo un toque final a este arte del baldío, de la ruina, y de la imperceptible belleza poética que a veces de allí emana. Más que una lección sobre el deterioro y las crisis -industriales, económicas y por ende podríamos pensar, morales- yo vi al contrario, en esta extraña exposición indicios de humor, de esperanza y de belleza. 




Pedro Palma, ST, 2014, instalación

Al volver a la ciudad, recorriendo el Bairro des Artes, en donde aún me quedan lugares para ver, descubrí algunas cosas : haciéndole eco a las sombras de papel de Dalila Gonçalves, una escultura colgada con hilos de vidrio, de Pedro Palma, en la Biblioteca Camões, cuyas sombras giratorias mucho más preciosas dibujan aeronaves improbables dignas del Gran Vidrio. En una galería-librería, una joven fotógrafa francesa, Camille Aboudaram, muestra su primer libro, retratos de 21 jóvenes, sus semejantes, todos y todas como flotando, sin raíces, esperando, transparentes (y la paginación lo subraya, complicando la visión individual, proponiendo con cada retrato a los otros en fundido) : una artista para seguir.


Camille Aboudaram, (we are) the ghostly others, 2014, folleto autopublicado, n17 (Kylie)

Otras galerías en el próximo artículo, pero desde ya, la galería 3+1 (hasta el 8 de noviembre), muy buen trabajo sobre el color de Rui Horta Pereira y su reutilización de residuos, lienzos viejos, telas, papeles de su taller para crear columnas, ventanas, baldosas, como una transformación alquímica. 



Rui Horta Pereira, Dead Drawing 1, 2014, acrylic and tempera on compressed paper, 27x27x1.5cm


mardi 2 septembre 2014

El arte de la calle, labrado (Vhils)

02 de septiembre de 2014, por Lunettes Rouges

El arte de la calle, labrado (Vhils)
(Artículo original en francés aquí)


Vhils, Dissection, Museu da Electricidade, Lisboa, 2014

Generalmente voy a las exposiciones de artistas de la calle con gran prudencia, algunas veces sin saber mucho las sutilezas del arte de los tags y grafitis, algunas veces escandalizado por la recuperación marketing que algunos (como JR) hacen. Entonces me fui a ver la exposición "Dissection" de Alexandre Farto, llamado Vhils, en el Museo de la Electricidad de Lisboa (hasta el 5 de octubre) con cierta desconfianza. Primero que todo su obra muestra la realidad de los lugares por donde pasa, no son las impresiones de un turista bien intencionado. Así, en una favela de Río, es en las casas de donde serán expulsados sus habitantes que graba sus retratos. Y es sobretodo la manera como como sus imágenes emergen de los soportes de cemento, metal, madera o papel que es interesante : a menudo la imagen es cóncava, ya que se le ha sacado materia al soporte.


Vhils, Dissection, Museu da Electricidade, Lisboa, 2014
A veces hay que alejarse, como con el laberinto de palos de plástico en donde sólo podemos distinguir desde lo alto. Subidos en un andamio podemos ver dos rostros que de cerca eran solamente confusión. La exposición tiene una buena escenografía, un túnel oscuro lleno de imágenes violentas conduce a esta suave composición blanca agitada por el viento, luego, cubitos blancos cada uno  dedicado a una técnica, conducen al visitante hacia un vagón de metro deshuesado, pintado de blanco y suspendido al techo : una estética del vandalismo y de la destrucción como respuesta a la destrucción urbana y al vandalismo del poder.

Vhils, Dissection, Museu da Electricidade, Lisboa, 2014

En esta ciudad en la cual se desarrolla el arte urbano (el Instituto Francés le dedica una pequeña exposición), es interesante ver ese lugar extraño (una antigua central térmica a orillas de Tajo) dedicarle una exposición a este artista a la vez rebelde e introspectivo.

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lundi 1 septembre 2014

Segunderos y bolígrafos BIC, lo inevitable del tiempo que pasa

01 de septiembre de 2014, por Lunettes Rouges

(Artículo original en francés aquí)

Dalila Gonçalves, Sustenido, 2014
La exposición de artistas austríacos, daneses y portugueses en el Centro de Arte Contemporáneo de la Fundación Gulbenkian (hasta el 21 de septiembre) parece algo desacorde (es cierto que los artistas son todos de países pequeños que estuvieron amenazados, y a veces anexados por sus poderosos vecinos); quiere ser la oportunidad para hablar de dicotomías, rupturas, diferencias. Ante todo es la oportunidad para meditar sobre las divergencias lingüísticas : su título en portugués es "desde aquí parece una montaña", lo que en francés, en inglés y en danés, traduce algo como "la hierba siempre es más verde en donde el vecino", mientras que en alemán el título evoca las cerezas en el jardín del vecino (y el título original en portugués que finalmente cambiaron hablaba de la gallina de la vecina...). Una vez visto esto, la idea se pierde un poco entre las diferentes propuestas artísticas : muchísimas, con el pretexto de sublime, muestran banalidades paisajistas, montañas grandilocuentes de Gregor Graf, grutas marinas misteriosas de Nuno Cera y horizontes de Katharina Lackner, obras bien hechas pero que no dan pie para poder ir más allá de la apariencia, no más que la casa de Claudia Larcher.

Jeppe Hein, Cage and Mirror, 2011

Son más interesantes las instalaciones que cuestionan la relación del espectador con el espacio, la jaula de los leones de Jeppe Hein en el centro de la cual gira un espejo circular : el espectador que se arriesga en ella siente vértigo frente a esa imagen giratoria pues él mismo se convierte entonces en objeto de espectáculo para los demás visitantes, de los que fugazmente, puede percibir un reflejo en el espejo. Más espectacular es la instalación de Ann Louise Overgaard Andersen, es una casa extraña por donde se entra abriéndose paso con dificultad a través de una hendidura y en donde sin ser visto se pueden explorar las profundidades que aquí son oscuras y allí son estrechas, o al contrario, amplias y luminosas, probablemente infierno y paraíso. Esa sensación de juego que perturba la posición del espectador en el espacio, la encontramos también en el bosque de hilos suspendidos de AVDP o en el mirador de espejos de Miguel Palma


Dalila Gonçalves, Amontoar em Carga e Descarga, 2012-2014

Pero para mí la artista más interesante de la exposición es, la más joven, Dalila Gonçalves, pues, supo realizar aquí, con medios deliberadamente éticos, en las antípodas de lo pseudo-sublime, dos obras que son a la vez divertidas y potentes, a la vez agradables e inquietantes. La primera, Sustenido (aquí arriba) podría pasar desapercibida, por distracción, pues es únicamente una línea fina en la pared, (pensé en el ecuador) pero, de reojo percibimos un suave movimiento : y vemos ahí alrededor de trescientos segunderos, manecillas finas de metal a veces adornadas de rojo, que tropezando y jadeando marcan el tiempo. Los motores son invisibles, están del otro lado de la pared, y el tiempo pasa, segundo a segundo, inevitablemente. Es una obra delicada pero inquietante que dice primero nuestra incapacidad, nuestra sumisión, y para mi, su poesía viene de su fragilidad y de los accidentes que de ello resultan : allí y aquí, dos manecillas algo torcidas se tocan, abrazadas, agarradas, y bloqueadas, y el tiempo, en esa hendidura minúscula de la realidad, se detiene. Uno se queda ahí, largo rato, esperando el próximo desliz, la siguiente copulación de manecillas, que a su vez, detendrá la marcha infernal del tiempo.


Dalila Gonçalves, Amontoar em Carga e Descarga, 2012-2014

La otra instalación de Dalila Gonçalves, Amontoar em Cargo e Descargo (amontonar cargando y descargando) se puede entender primero como si se burlara de las montañas de Gregor Graf que están enfrente, y hace gracia : decenas de bolígrafos BIC, los más ordinarios que hay, medio vacíos, casi sin tinta (nos gustaría creer que por la escritura de la mano del artista y no a causa de una simple extracción) y, alineados unos al lado de otros, a veces rotos, chupados, mordisqueados, etiquetados, dibujando una línea de cumbre, ni rocosa ni accidentada, sino suave y redonda como un seno de mujer. Algunos, empinados con erección triunfadora viendo brotar su jugo de tinta negra, otros miserables, se inclinan vaciados, deshechos, estériles como Onan, o impotentes. O puede que no sea , de parte de una joven artista comprometida, una obra tan inocente como se podría pensar al principio. O puede que el autor de este blog lea demasiados textos sobre los gender studies... En todo caso, una artista que hay que tener en cuenta!


Tulia Saldanha, Do Nordeste a Coimbra, 1978

En otro lugar del CAM, una exposición (hasta el 31 de mayo de 2015) de algunos Arshile Gorky (cinco cuadros de una docena de obras sobre papel), que muestran sobretodo su influencia sobre el surrealismo portugués (ya siento que me interesaré de más de cerca por el único fotógrafo surrealista del país, Fernando Lemos). Y sobretodo el descubrimiento de Túlia Saldanha (hasta el 28 de septiembre), sus exhibiciones, sus instalaciones efímeras, su trabajo en comunidad y sus obras de negro, que me parece evocan a Chohreh Feyzdiou, no solamente por la forma sino también por el sustrato trágico. 


Fotos del autor, excepto Jeppe Hein, cortesía del CAM.

 

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