jeudi 10 novembre 2016

¿ Encontrar la calma en Tel Aviv ?

7 de noviembre de 2016, por Lunettes Rouges

(Artículo original en francés, aquí)





Michael Halak, I Will Dress You a Gown of Concrete and Cement, 2014, acrilica sobre lienzo montado sobre madera 




En el Museo de Tel-Aviv se encuentra de todo. El muro de separación de apartheid, que aquí se ha convertido en un objeto pintado contra una pared, elemento decorativo cuyo cartel se cuida de anotar su dimensión explosiva y se contenta de poner un poético título "I will dress you a gown of concrete and cement". ¿No será más bien una camisa de fuerza o una mortaja?






Barak Ravitz, Chatzi Goren (medio- circulo), 2013




Justo al lado, un conjunto concéntrico de fotografías de fardos de paja, que, parecería totalmente pacífico y bucólico si no leyéramos el cartel, que empieza con una citación de Matityahu Shalem "las mujeres del pueblo, vestidas de blanco, van a bendecir los campos, cantando la gloria de la visión sionista y el renacimiento del país", y sigue glorificando el sublime énfasis sionista (con mayúscula en el texto original). 






Groupe Zik, Minaret of Defense, 2016, madera y otros materiales





El colmo de la ambigüedad un poco hipócrita es una instalación en el pozo central de las rampas de acceso a los pisos, Minaret of Defense, de un grupo llamado Zik : torre grande de madera, impresionante, pero que no podemos ver entera, simplemente descubrirla parcialmente en cada piso a través de las aberturas, o desde abajo; esta estructura fue levantada el 12 de mayo, día de la independencia de Israel o de la Nakba (pero esta palabra está prohibida, claro). La hoja de sala multiplica las alusiones, a los rascacielos y a la torre vecina de las oficinas Marganit, a las torres que construyeron durante el movimiento intensivo de colonización "Muro y Torre" en los años 1930 (al que aludía, de manera bien diferente, Yael Bartana - que además está ausente del museo, al igual que Sigalit Landau, Michal Rovner, Miki Kratsman, y todos esos artistas de esperanza y de protesta), en donde las torres construidas para la seguridad de las nuevas colonias evocaban vagamente los minaretes de los pueblos árabes vecinos desposeídos de sus tierras : el texto se termina con estas palabras : "Ello representa el culto por lo militar e indica el vínculo con el espacio musulmán del entorno y el conflicto con él". Pero ni una vez se menciona la palabra torre de vigilancia ...






Itay Marom, Dogs, 2015, captura de pantalla video 




En otro lugar, un video muestra perros errantes en la colonia de Kyriat Arba, en Hebrón, y en particular en el parque Meir Kahane, cerca de la tumba de Baruch Goldstein : los perros están bien acompañados... En ese paisaje artificial tan feo, 
de concreto, con luz amarilla y rejas de púas, hay perros errantes bien 
alimentados : al otro lado de la barrera de separación pasa un perro negro y blanco, flaco, escuálido. De nuevo, el cartel intenta persuadirnos de que el video no tiene significado político.







Menorá sobre piedra, falsificación del siglo XX




Todo un piso le es dedicado a una exposición Fake, sobre la mentira, 
la falsificación : dos cuadros de fotografías (la fotografía falsa del encuentro entre Theodor Herzl y el emperador Guillermo II en Mikve, Israël), vinos, objetos de lujo. En un rincón, una vitrina con el título "Forgeries for positive purpose" presenta los pasaportes falsos de los agentes del Mossad, instructivo. Un poco más lejos, y como la arqueología es también un arma de guerra, vemos una menorá esculpida en piedra que pretenden auténtica pero que en realidad es del siglo XX : puede servir para justificar una nueva implantación (como este pedazo de papiro). De paso supimos que en Israel la ley no castiga la falsificación





Eli Gur Arie, Growth Engines, vista de la exposición




En fin, errando desamparado en medio de todas esas narraciones bien orientadas (y paso muchas), uno se agarra a W. Eugene Smith, a Taryn Simon y a la exposición barroca y disparatada de Elir Gur Arie, en la que creemos penetrar en un cuadro del Bosco : criaturas extrañas, híbridas, futuristas, monstruosas, apocalípticas, lo rodean a uno. El catálogo, totalmente desfasado también, habla de resistencia a una catástrofe ecológica, de fin del mundo y de fertilización creativa. Todo eso bajo bombas lanzadas en paracaídas, como para que no olvidemos en que país estamos. 






Micha Ullman, Midnight, series Containers, 1988, acero y arena roja



Se consuela uno con esta magnífica casa colorada de Micha Ullman, magnífica artista de la tierra, con quien uno se calma y respira, al fin.


Fotos del autor, excepto 2 & 4.


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lundi 7 novembre 2016

Qalandiya



6 de noviembre de 2016, por Lunettes Rouges

(Artículo original en francés, aquí)





Shada Safadi, Keep breathing, 2015, fabric print, 105x180cm





Qalandiya es ante todo un check-point, lugar de control y de humillación, es, junto con Hebrón, uno de los lugares más representativos de la ocupación. Qalandiya es (fue) también un aeropuerto, cerrado por el ocupante; es un campo de refugiados de la Nabka, y, ahora es un festival artístico enriquecido con todas esas historias y cuya tercera edición, This Sea is Mine (citación de Mahmoud Darwish), acaba de terminarse. No vi todo, sobretodo que las exposiciones y eventos se desplegaron no solamente en Jerusalén, Ramallah (incluyendo Al-Bireh y Bir Zeit), Haïfa y Belén sino también en Gaza, Amman, Beirut y Londres, agrupando así dieciséis lugares diferentes. Hablaré entonces solamente de dos exposiciones que pude ver, dos de catorce. 





Ryan Presley, Crown Land (to the ends of the earth), 2016, peinture polymère synthétique et feuille d'or sur un panneau de pin australien (hoop), 53x43cm





En el centro de arte Al-Mamal y algunos locales vecinos de la Ciudad Vieja de Jerusalén, la octava edición del Jerusalén Show, Before and After Origins, fue un componente central del festival (escribí sobre la edición 2011). Sobre el tema del Regreso esta exposición confrontaba en particular a artistas palestinos (y gaulanitas) con artistas australianos aborígenes o simpatizantes, dos colonizaciones, dos robos de tierras, dos limpiezas étnicas, para construir así una interacción entre dos historias, entre dos resistencias. Es así como Ryan Presley vuelve a pintar la imagen de San Jorge derrotando al dragón, como una joven aborigen a caballo atravesando con su lanza una hidra en el fondo de un cañón rodeado de rasca cielos; al lado un icono melquita del siglo XIX con el "verdadero" San Jorge. Tom Nicholson imagina el regreso a Gaza del mosaico de Shellal, descubierto allí en 1917 por el ejército australiano y llevado a Australia en donde lo incorporaron en el War Memorial. En cuanto a Richard Bell, él construyó aquí la famosa tienda-embajada aborigen que está desde 1972 delante del parlamento de Canberra. 





Wael Tarabieh, Epic of Gilgamesh : The Taming of Enkidu by Shamhat, 1996, coloured linocut print on paper





Junto con los palestinos, varios artistas del Golán ocupado estaban presentes, con una problemática algo diferente políticamente, pero la misma resistencia a la opresión. Wael Tarabieh redibuja con elegantes linograbados la leyenda fundadora de Gilgamesh (aquí la prostituta sagrada Shamhat civiliza a Enkidu iniciándolo al sexo bajo la mirada indulgente de Gilgamesh su doble); Randa Mdah traduce a través de un pequeño bronce la angustia y el terror de sus dibujos sobre la guerra; Aiman Halabi presenta nueve retratos de dignatarios drusos que el tiempo, las intempéries y la guerra ha ido borrando poco a poco y que ya no son sino huellas, espectros, recuerdos. Para terminar, Shada Safadi muestra una bella obra de la serie Prometidas, un cuerpo de mujer cuya huella primero recoge sobre un lienzo y luego graba sobre una placa de plexiglas de tamaño natural (arriba) : ese cuerpo flotante a la vez aéreo y líquido, traslúcido y carnal, cuya sombra baila en la pared es la continuación de su obra sobre la desaparición, sobre las promesas que les hacemos a los muertos y que no cumplimos, y sobre nuestra familiaridad y nuestro insensible deslizamiento hacia la muerte. En una instalación anterior, más grande, el visitante, al deambular por en medio de esos cuerpos suspendidos, veía su sombra mezclarse con las suyas, encontrándose con ellos en su reino. 






Jumana Emil Abboud avec Issa Freij, Hide your Water from the Sun, 2016, video, captura de pantalla





La exposición de Jerusalén evoca la colección de amuletos del médico y folclorista Tawfiq Canaan, que se conserva al otro lado del muro en el Museo de la Universidad de Bir Zeit; fue la reseña por Canaan de 125 fuentes encantadas en Palestina que inspiraron el trabajo y la exposición de Jumana Emil Abboud en el Centro cultural Sakakini en Ramallah, mi otra visita. 
En esas fuentes mágicas aparecen demonios, los djinns, mujeres, maléficas o al contrario, protectoras y otras criaturas enigmáticas. Abboud recogió objetos, dibujos, historias que ha mezclado con su propio trabajo presentándolo bajo diferentes formas, como el vídeo de un pequeño espectáculo con niños, fotogramas (visibles a través de la puerta de vidrio de la oficina de Mahmoud Darwish, preservado tal cual) y sobretodo un vídeo hecho con Issa Freij en el que dos artistas vuelven a descubrir ciertas fuentes de Canaan, escondidas, confiscadas, pues la mayoría desapareció o está en las colonias (es evidente que el acaparamiento del agua a costas de los habitantes es uno de sus objetivos). La de aquí arriba parece ser la madre de todas las fuentes, la entrada en otro universo. Para Abboud esta forma de apropiarse el folclor es un medio para restablecer vínculos con su patria lastimada, para volver a encontrar su amor por ella a pesar de las pruebas, y para construir una narración, una historia, una resistencia contra la eliminación : los djinns fueron eliminados, expulsados, negados, y este trabajo se opone a la tentativa del ocupante de hacer lo mismo con los palestinos; da fuerzas en un tiempo y en un lugar frágiles y amenazados. Como Shada Sefadi con los muertos, Jumana Emil Abbou afirma la presencia de los espíritus entre nosotros, pues es únicamente así que podemos seguir viviendo aquí, parecen decir. 

Fotos 1 & 4 del autor

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La diplomacia con flores (Taryn Simon)

6 de noviembre de 2016, por Lunettes Rouges 

(artículo original en francés, aquí)


Taryn Simon, Comprehensive Cooperation Agreement, Caracas, Venezuela, October 30, 2000; 2015




Taryn Simon siempre plantea el mundo al sesgo y en este caso la historia : ¿quien más que ella le hubiera prestado la mínima atención a las composiciones florales que decoran las mesas en donde se firman los tratados internacionales? Identificó 36 de esas firmas, encontró las fotografías de las ceremonias y trabajó con botanistas para reconstituir los ramos que luego fotografió con fondos bicolores. Las fotografías son presentadas enmarcadas con marcos grandes de caoba (sería la madera de la mesa sobre la que firmaron) con una ventana lateral para un texto explicativo corto. En esta exposición (hasta el 26 de enero) presentan 16 (dos en blanco y negro, las demás en color), y muchas están más o menos relacionadas con la región. 






Taryn Simon, Final Communiqué of the Third Summit Conference of the Arab Front for Steadfastness and Confrontation States, Damascus, Syria, September 23, 1978, 2015





Los ramos así desconectados y magnificados expresan un decorado que nadie nota pero que contribuye a la solemnidad del evento. ¿Será broma o coincidencia? pero prácticamente todos los acuerdos ilustrados aquí (lo que no es el caso de todos los demás) terminaron siendo fracasos : y naturalmente el fracaso de los acuerdos de Oslo se siente por encima del conjunto, y más arriba la condena, por parte de los países árabes, de los acuerdos de Camp David. 






Taryn Simon, Nuclear Cooperation Agreement, Baghdad, Irak, December 2, 1974; 2015





Encontramos también el acuerdo franco-irakí (firmado por Jacques Chirac y Saddam Hussein) sobre los reactores atómicos que la aviación israelí bombardeó; el acuerdo entre la Santa Sede e Israel que la Knesset no quiso ratificar; el acuerdo de gobierno entre la OLP y el Hamás, abortado; la firma por parte de Ucrania del tratado de no proliferación nuclear que ni Israel ni Corea del Norte, los únicos países que la poseen y que no han firmado ni señalado ningún moratorio; el acuerdo por el cual los Estados Unidos abastecieron en armas a los mudahiyines afganos y por lo tanto a los talibanes y Ben Laden, con las consecuencias que sabemos. Y los canadienses renunciaron rápidamente a invertir en la modernización de los Correos Libaneses. 
Algunos ramos son suntuosos, otros como el del acuerdo entre Cuba y Venezuela (arriba), son mínimos. 





Taryn Simon, Bratislava Declaration, Bratislava, Tchecoslovakia, August 3, 1968; 2015





El ramo más trágico es quizás el de la declaración de Bratislava el 3 de agosto de 1968 con la cual el PC checoslovaco reafirmaba, junto con otros países del Pacto de Varsovia su adhesión al marxismo leninismo : 16 días más tarde, el Ejercito Rojo invadía el país. 






Taryn Simon, Paperwork and the Will of Capital, Tel Aviv Museum, vista de la exposición





Además hay cinco esculturas que son columnas dobles de este tipo, sobre las cuales prensaron planchas de herbario con flores secas pero que a pesar de su complejidad no tienen la misma intensidad que las fotografías. En este trabajo de Taryn Simon, esas flores inocentes son interpretadas como accesorios del poder, son un elemento casi burocrático de la diplomacia; además, la manera como Simon se procuró esas flores demuestra también su estatus de comodidades económicas (pero este apéndice económico es quizás superfluo, el análisis diplomático ya es suficiente). 



Muy bonito catálogo, costoso. 

Imágenes 2, 2 & 5 del autor. 

W. Eugene Smith, entre fotógrafo humanista y voyerista misántropo

05 de noviembre de 2016, por Lunettes Rouges


(artículo original en francés, aquí) 




W. Eugene Smith, The Walk to Paradise Garden, 1946





W. Eugene Smith es indudablemente el maestro del ensayo fotográfico, un trabajo intensivo y completo sobre un tema dado, sobre el cual el fotógrafo pasa meses o años tomando un gran número de fotografías y luego las presenta ya sea en una revista o en un libro, la totalidad al servicio de una idea, de una postura comprometida, lo que además, para él, representó dificultades a través de su vida batalladora y tormentosa. Por lo tanto es sorprendente que el Museo de Tel-Aviv que posee más de 200 obras de Smith, presente unas cincuenta de ellas (hasta el 12 de noviembre) en una exposición especialmente desordenada que privilegia las similitudes de forma más bien que de sentido : así una al lado de otra, un niño español en el barro y un soldado norteamericano durante una iniciación mientras pasan la línea, los dos en cuatro patas; todos los ensayos están separados y dispersos por toda la sala. Solo la proyección de fotografías al fondo le aporta algo de coherencia al conjunto y permite poner su trabajo en perspectiva; desde la guerra hasta el ensayo final en Minamata en Japón (del cual solamente muestran la fotografía famosa de Tomoko). Solo una imagen de su serie sobre la comadrona en Carolina del Sur, nada sobre el Dr. Schweitzer (de quien supo mostrar muy bien la ambivalencia), nada sobre el médico rural en el Colorado (su primer ensayo). Aparte de Tomoko el otro icono presente es la fotografía de dos de sus hijos emergiendo del bosque hacia la luz: es verdad que es una imagen un poco simplona y acomodable en toda circunstancia (y que todo el mundo conoce desde The Family of Man), pero cuyo interés viene de su estado de ánimo en aquel momento, cuando, recuperándose de sus heridas de la guerra del Pacífico, puede por fin tener de nuevo en sus manos una cámara fotográfica. 







W. Eugene Smith, Spanish Village, 1950






Pero el humanismo de Smith es bien diferente del de Steichen tal y como se vislumbra en The Family of The Man, Smith critica mucho más el sistema en el que vive, las fallas de la American way of live, es mucho menos ingenuo y conformista que Steichen; Smith muestra individuos que luchan, ya sean víctimas del racismo contra los negros; sometidos a la dictadura franquista o lisiados a causa de la contaminación con mercurio. Pero, perfeccionista, de gran corazón y bocazas, a veces hace demasiado : se pelea con Newsweek, luego con Life, su proyecto sobre Pittsburgh se vuelve inmenso e inmanejable, y, después de su paso por Deleitosa un pueblo de Extremadura los habitantes ya no quieren que los fotografíen pues resienten el hecho de haber sido representados como toscos atrasados lo que les creó reticencias ante Jan Banning o Miki Krastman. En este ensayo se siente toda la ambigüedad de Smith, entre mirada del fotógrafo humanista que denuncia miseria y opresión y el enfoque al miserabilismo un poquito colonial del norteamericano condescendiente que busca lo pintoresco para conmover : dilema eterno en los reportajes. 






W. Eugene Smith, Pittsburgh, 1955 1958





Las más bellas imágenes son indudablemente las de las fábricas de Pittsburgh, bañadas de humo, casi irreales en medio de la bruma. Inicialmente su proyecto por encargo fue hacer algunas imágenes en tres semanas sobre el renacimiento de la ciudad; al cabo de varios meses con más de 15000 imágenes Smith intenta publicar esa cantidad, en vano, y le afectó muchísimo el fracaso del proyecto






W. Eugene Smith, As from my Window, 1957 58





Personalidad compleja, blanco de la depresión, Smith dejó a su esposa e hijos para irse a vivir en un loft miserable en Manhattan cuyas ventanas estaban totalmente tapadas con plástico negro, todas excepto una desde la que fotografiaba escenas de la calle, encuadra sus fotos de manera extraña a través de los pedazos de plástico. Esas fotografías de voyeur misántropo, desde el fondo de la caverna tienen una densidad extraordinaria. Al encontrarle de nuevo gusto a la vida también graba músicos de jazz que tocaban en su edificio, como Thelonious Monk, Miles Davis y muchos otros. Luego el Japón, sus años de miseria en Minamata y después su regreso a Estados Unidos y su muerte a los 50 años. 


El catálogo de la exposición reproduce muy pocas fotografías pero lleva un ensayo psicoanalítico sobre Smith, de Varda Blum, muy interesante. 




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vendredi 4 novembre 2016

Visualidad y Visión

31 de octubre de 2016, por Lunettes Rouges


(Articulo original en francés, aquí)




Miguel Palma, Google Plane 1968-2008, 2008, vista desde abajo





Con este título algo enigmático presentan unas diez obras de artistas portugueses en la colección Berardo (hasta el 31 de diciembre; ver las razones en la nota anterior) que, de manera más o menos explícita interrogan nuestro sentido de la visión. 






Pedro Cabrita Reis, The Grid, 2006; Compound group 13, 14 et 15, 2007





Así Pedro Cabrita Reís, con tres esculturas paralelepípedas delante de un gran tablero igualmente en forma de reja, nos impone un punto de vista, un ángulo de visión, una octogonalidad racional que construye el espacio y que determina al espectador. 





Miguel Palma, Google Plane 1968-2008, 2008, vista desde arriba





Miguel Palma nos presenta un avión invisible, suspendido en el aire en una de las salas. Cuando se levanta la cabeza se ve el cielo, mirándolo desde arriba se ve la tierra. Ese camuflaje hecho con vistas sacadas de Google, posiblemente eficaz en el aire, se vuelve irónico en el interior de un museo, es como una burla de la modificación de la visión que Google (& otros) induce en nosotros. 





Helena Almeida, ST, 1996-1997




También hay fotografías de José Luis Neto en las que la imagen se ha disuelto, ha desaparecido, en las que ya no es sino una huella química; una serie de 18 fotografías de Helena Almeida, como una partitura en blanco y negro; un cuadro ilusionista de José Barrias en el que según la distancia y el ángulo de visión se ve un párpado cerrado o una telaraña. 





Angela Ferreira, For Mozambique (Model n.1 of Scrren-Tribune-Kiosk celebrating a post-independance Utopia), 2008




Más ambigua es una instalación grande de madera, de Ângela Ferreira, For Mozambique, que multiplica las referencias : Gustav Klucis y Vladimir Tatlin, dos proyectos utópicos sin realizar y luego, en las pantallas que la estructura de madera sostiene y oculta parcialmente, una película de  Jean Rouch sobre un coro de obreros mozambiqueños cantando la Revolución (arriba) y el recién Premio Nobel cantando Mozambique en 1976 (letra simplona, debo decir); al lado, el proyecto fracasado de Jean-Luc Godard de crear una televisión en aquel país recién independizado. Veo promesas sin cumplir, una utopía sin realizar, una esperanza abandonada, posiblemente un fracaso de la visualidad. 


Fotos del autor.


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jeudi 3 novembre 2016

Fernando Lemos, fotógrafo con Colgado


30 de octubre de 2016, por Lunettes Rouges

(Articulo original en francés, aquí)




Fernando Lemos Azevedo / Pilar / Vespeira / Mirar para serem vistos, 1949 




Fernando Lemos es, entre otros talentos, el único fotógrafo surrealista portugués. Hoy tiene 90 años, vive en Brasil desde 1953. Esta exposición en el Museo de la Colección Berardo (en el CCB) se acabará el 31 de diciembre pues el protocolo entre Berardo y el Estado portugués que permitió, desde hace diez años, la exposición de esta extraordinaria colección, expira en esa fecha, y, durante la inauguración nadie sabía cuándo y cómo sería prorrogada, o no. 





Fernando Lemos, Reunião de Directoria / F. Lemos / Vespeira / Manoel Correia / F. Azevedo / Carlos Ribeiro, 1949 





El surrealismo portugués fue bastante tardío, mientras las influencias parisinas alcanzaban ese país, en ese entonces lejos del centro, encerrado en el conservatismo y la dictadura, los mejores artistas portugueses de la época reunidos en el grupo KWY (tres letras que no existían en el alfabeto portugués) estaban exiliados en Francia. El grupo surrealista de Lisboa fue creado en 1947, y la primera gran exposición tuvo lugar dos años más tarde. Yo vi una exposición de Antonio Dacosta, uno de los pioneros del surrealismo en Portugal que había calificado de "surrealista juicioso". De lo que vi, la obra de Lemos es una de las más audaces, de las más originales de toda esa esfera de influencia. 





Fernando Lemos, Maria Helena, Vieira da Silva / Andamento sem Registro, 1949-1952





La exposición presenta un centenar de retratos fotográficos (de impresiones recientes, de 2006) que realizó a finales de los años 40 y principios de la década siguiente, momento de incertidumbre para el país después de la Segunda Guerra Mundial y antes de las guerras coloniales. Fotografió a sus amigos, pintores, actores, escritores, intelectuales, su círculo, unas cuarenta personas (de las cuales solo cinco están con vida actualmente). Desde el punto de vista histórico es seguramente muy interesante. 






Fernando Lemos, Nora Mitrani / A Paixão Ardente, 1949-1952





Son fotografías que juegan sobretodo con la idea del doble : Lemos utiliza bastante las superposiciones y crea así composiciones complejas, ambiguas, fantasmagóricas. Disimula las caras detrás de filtros, velos, pantallas. María Helena Vieira da Silva (arriba) parece cohabitar con su retrato en un lienzo y la franco búlgara Nora Mitrani (escritora surrealista, que compartía la vida de Hans Bellmer e hizo pasar a Pessoa en Francia) tiene a la vez un rostro alucinado y al mismo tiempo habitado por el espíritu. 






Fernando Lemos, Auto-retrato, 1949





En cuanto a su autorretrato, Lemos se representa disimulado por el humo en el cual flotan diferentes artefactos, como una pluma y una lámina de tarot : el Colgado cabeza para abajo tiene bastantes interpretaciones, y una de ellas es el cambio de punto de vista, la modificación de la mirada, posiblemente una definición surrealista. 


Fotos 1, 2 & 5 cortesía Colección Berardo.


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Hervé Di Rosa, Mago del Mundo él solo

29 de octubre de  2016, por Lunettes Rouges

(artículo original en francés, aquí) 





Hervé Di Rosa, Dirosapocalypse, 1984, 4x8m; colección de figuritas en primer plano





Usted tiene todo el derecho de no apreciar la obra de Hervé Di Rosa, de hallarlo demasiado colorido, demasiado kitsch, de mal gusto, demasiado lejos de los códigos estéticos contemporáneos, a tratarlo de 'pipicacaboudin' (primeras 'palabrotas' de los niños franceses) como Artpress lo hizo en abril de 1982 en su nº58 (34 años y medio más tarde, le consagra a Di Rosa [1] un cuaderno entero del número 437 y Catherine Maillet habla de "formas artísticas que la modernidad había olvidado en su negativo", bonita fórmula de contrición...), usted tiene derecho a verlo solamente a través del prisma de la Figuración Libre (1979-1985 únicamente) y nada más, usted tiene derecho a menospreciar su arte y todo lo que lo rodea, lo que él llama artes modestos, y jurar únicamente por los cánones de xxx [los dejo escoger el nombre del crítico, del esteta o del artista que quieran poner, los hay en cantidades] puede elegir la condescendencia, la mentalidad estrecha, y las anteojeras de clase y de casta, pueden elegir no ir a ver la exposición en la Maison Rouge (hasta el 22 de enero), y si es así, los compadezco.





Hervé Di Rosa, La vida de los pobres, 1993





No es que yo sea un incondicional de la exuberancia, de la alegría exultante, desbordante, y chistosa de sus cuadros, de sus gritos visuales desenfrenados, de sus formas mutantes. Debo decir que, de toda la exposición, la obra que preferí es la más oscura, la más gris, la más deprimente : un largo corredor intitulado "La vida de los pobres", se atraviesa con inquietud, rodeado de rostros trágicos y paisajes deteriorados que nos recuerdan más a Reiser que a Matisse.
Vemos algunas escenas guerreras, la acuarela de un edificio bombardeado de Sarajevo o de Gaza, una cerámica portuguesa de yihadistas (abajo), ... 
Hasta el tuk tuk recogido en Manila adquiere aquí una dimensión más grave. 






Hervé Di Rosa, Mapa del arte modesto, 2007





Pero no es esa la razón; para mí en esta exposición, hay dos cosas únicas, que, más allá de las obras presentadas, llevan al visitante a interrogarse : la relación con la colección de arte modesto y la Vuelta al Mundo. Di Rosa siempre ha sido coleccionista, de historietas, de juguetes, de discos, de figuritas, de estatuillas; lo que el llama artes modestos (hoy existe el Museo internacional de artes modestos, o MIAM, en Sète) es producción industrial o artesanal que vemos todos los días pero que no miramos y si lo hacemos es con condescendencia. Dice que es nuestra mirada la que los vuelve modestos, ya sea una mirada simplemente nostálgica o emocionada o más interesada por el universo de las formas. Algunos mapas murales se sitúan más o menos bien en relación con las bellas artes, el arte marginal o el naif, pero no es tanto eso lo que cuenta sino la atención que le pongamos. En Artpress, precisamente, dos antropólogos (Brigitte Derlon y Monique Jeudi-Ballini) miran analíticamente los artes modestos y escriben que al igual que Dubuffet llevó el arte marginal fuera de la mirada de los alienistas, Di Rosa sacó los artes modestos de la indiferencia banal de lo cotidiano. Omnipresentes, no tienen intencionalidad crítica ni preocupación institucional. 






Colección Hervé Di Rosa




Vemos la interacción entre el ojo y la mano del artista, entre su colección y su obra, entre las imágenes -múltiples y banales- que él descubre y respeta, y aquellas -únicas y museificadas- que pinta o modela; es como un desvío de la reproducibilidad de Walter Benjamín, es como ponerle aura a lo múltiple. Ninguna ironía condescendiente de su parte, ningún desprecio (a diferencia de Jeff Koons, por ejemplo), ninguna superioridad, sino inspiración, fusión, interacción, hasta tal punto, que a veces, no sabemos si tal estatuilla la consiguió en las Pulgas o si salió de sus manos. 






Hervé Di Rosa, Check-point, Israël,2011





La vuelta al Mundo : la exposición abre sobre una plancha de Di Rosa a los 23 años, corriendo mundo, dibujando, luego regresando a su casa, y desde entonces no ha dejado de viajar; 19 etapas, la última, actualmente en Lisboa. Si algunas de esas etapas (cuatro, salvo error) son más "secas" y solo dan lugar a pinturas, por falta de mayor empatía con la escena local (como ese mirador de check-point, en un lugar que no le deja ningún espacio a su forma de compartir y a su generosidad), en la mayoría tuvo la oportunidad de confrontaste con las técnicas locales de representación y fabricación de imágenes para dialogar con ellas sin hacer distinción entre arte y artesanía. 






Hervé Di Rosa, Virgen del arte contemporánea, Sevilla, 2013





Tenemos así fondos de oro de iconos búlgaros (primera etapa en 1993), enseñas ghanesas, telas cosidas "aplicaciones" beninesas, una pintura de Ethiopia en piel de cebú, frescos corsos, lacas vietnamitas, canastos de cables telefónicos plásticos sudafricanos, exvotos mejicanos, bronces de cera perdida cameruneses, composiciones con lentejuelas de Miami, pinturas bajo vidrio de Túnez, aderezos dorados de vírgenes sevillanas (con múltiples ojos verticales), y cerámicas portuguesas, posiblemente olvide otros. 






Colección Hervé Di Rosa




Cada vez, Di Rosa aprende la técnica local durante viajes o estancias y, para él la técnica crea la imagen, ella transforma su trabajo y el hecho de crear imágenes nuevas, diferentes, "obras-intersección". Es indudablemente único en esta bulimia de descubrimientos, de aprendizajes, de co-creación y 
apropiación : un mago del mundo él sólo.






Hervé Di Rosa, cerámica, Portugal, 2016





De modo que tienen derecho a no ir a ver la obra de Hervé Di Rosa, pero después no se quejen si se secan ahí donde están por falta de agua y de oxígeno. 

[1] Pero a veces la conversión es dolorosa : el filósofo Gilles A. Tiberghien diserta muy doctamente sobre los mapas de Di Rosa y los absorbe en su sabio universo, y no sabe lo que es una "figura de acción" (p.XXIX)

Fotos del autor. Hervé Di Rosa es representado por la ADAGP, las fotos de sus obras saldrán del blog al final de la exposición.


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