mardi 27 janvier 2015

En la fabrica de máquinas de coser

22 de enero de 2015, por Lunettes Rouges




(Original en francés, aquí)

A una hora al sur de Oporto, en una antigua fábrica de máquinas de coser, un centro de arte expone dos interesantes colecciones que están depositadas allí desde hace poco, la una de arte contemporáneo de Norlinda y José Lima, la otra (de la que hablaré en otro artículo), de arte singular y de arte marginal de Richard Treger y Antonio Silvestre. De paso, algo que impresiona en este país es la cantidad de colecciones grandes que se reciben en lugares públicos (como aquí) o privados.




Dan Graham, Model, 2011 et Ana Cardoso, Monologic, 2010e

La colección Lima es por supuesto bastante variada, tanto con artistas internacionales como portugueses, reconocidos o emergentes, y felizmente la exposición actual favorece más bien el descubrimiento que la consagración, sin que la clasificación por salas (del comisario Miguel Amado) sea siempre convincente. Es verdad que se empieza por la frialdad etérea de una maqueta de vidrio y aluminio de Dan Graham sobre una peana, rodeada por las vibraciones de ocho grandes monocromos sobre algodón crudo de la joven Ana Cardoso : una relación sobre la tela-objeto al lado de una reflexión sobre el volumen.



Mafalda Santos, Showall, 2009, et Isabel Simoes, ST, 2008-2009


Un poco más lejos hay dos lienzos lado a lado de dos jóvenes artistas portuguesas : a la izquierda Mafalda Santos de la que yo ya había visto la pared de papel bañada de luz (que recién mostraba composiciones igualmente geométricas en la galería Presença) vuelve a tratar aquí la estructuración tipológica y colorida de un espacio frío, lineal, riguroso. A la derecha, Isabel Samões, (quien además, por otro lado, participa en extrañas representaciones corporales) propone formas más fluidas, translúcidas, tornasoladas y oblicuas : es una vista de pájaro del piso de su taller, deformada por una perspectiva que tiende a lo abstracto, sin ninguna presencia, en donde los objetos no son sino huellas de fantasmas, rodeada de un vacío blanco, ante el cual el espectador vacila, sacudido, suspendido. Dos ejemplos bastante típicos de un arte contemporáneo portugués que se preocupa a menudo por el espacio y su percepción.



Carlos Noronha Feio, 3 2 1 0 A A and Away 1 2, 2011


Más política y más anclada en lo real es la obra de Carlos Noronha Feio, también él alrededor de los treinta : una alfombra inmensa de Arraiolos lleno de motivos guerreros, aviones, bombas, tanques, cruces esvásticas cuyo modo de producción recuerda naturalmente Alighero Boetti y las imágenes de historietas. Totalmente diferente, una bonita sala pura y coherente de Francisco Tropa autor de la pirámide.



Marta Maria Perez bravo, Protección, 1990


De la cubana Marta Maria Perez Bravo, de quien ya había admirado la mística violenta y sensual, la fotografía de una mujer-rosa erizada de espinas, intocable, inviolable, inacariciable, inamable.



Daniel Barroca, 5 Obstructed images, 2011


La sala dedicada a la guerra presenta, en medio de piezas un poco simplistas (transformar las armas en mobiliario, la espada en carreta), una instalación apasionante de Daniel Barroca : una mesa con fotos de soldados coloniales tomando cerveza, comiendo cerdo asado (parece). Sin violencia guerrera, quizás justo un momento de descanso, escena alegre para olvidar los horrores de "El culo de Judas". Pero cada uno de los veinte militares se vuelve invisible con un vidrio ennegrecido con hollín puesto sobre el rostro (además el cerdo también), cada uno de los soldados coloniales está obliterado, enviado a las tinieblas, borrado de la historia. Puede que sea el hollín del pueblito guineo que acaban de quemar, puede ser la premonición de sus próximas cenizas, puede que el padre del artista sea uno de ellos, o el que tomó la foto, y el hijo intenta desesperadamente exorcizar esas memorias, como todo un pueblo intentó hacerlo después de 1974 : aquí se trata de memoria y de herencia.

Y es el interés de esta exposición, no servir únicamente para hacer sobresalir la colección (que comprende también Beuys y Nan Goldin, Barcelo y Combas, Damoen Hirst et Rauschenberg), sino para hacer descubrir a esos jóvenes artistas portugueses que, todos, plantean problemáticas interesantes.

Foto Carlos Noronha Feio cortesía de Oliva Creative Factory; otras fotos del autor.

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