mercredi 14 octobre 2015

Robert Capa al servicio de los mitos fundadores del estado de Israel

13 de octubre de 2015, por Lunettes Rouges


(Original en francés, aquí)



Robert Capa, Haifa. 1949-50. Woman carrying luggage accompanied by a small boy.





Desde hace un año, en Estados Unidos, un crítico famoso, AD Coleman, ha analizado y desarmado las famosas fotografías de Robert Capa durante el desembarco en Normandía. Primero fue una encuesta técnica factual : tiempo pasado en la playa, cantidad de rollos y de fotos tomadas, demostración de que la versión que explica que la mayoría de las fotos desaparecieron a causa del recalentamiento es inverosímil; puntos aquellos que ahora parecen indiscutibles. Su análisis y el de los franceses que lo transmitieron se hizo luego sobre la construcción posterior del mito Capa y aparentemente no hay nada que contradecir, salvo, deplorar la agresividad de los argumentos a veces excesiva según las (mis) reglas de decoro. Este excelente desmontaje ha permitido cuestionarse más sobre el mito Capa, que mucho ha sufrido por las dudas sobre la famosa foto española. Ello no pone en duda el talento de Capa ni su contribución al foto periodismo, pero alienta las dudas sobre el personaje y la construcción de su mito. 




Robert Capa, Tel Aviv, the seafront promenade. 1948




En resumen, en esos debates se trataba de temas apreciados por la comunidad de historiadores y críticos de la fotografía y de la cultura visual, relacionados con la técnica y la construcción del mito pero desprovistos de dimensión política. Me extrañó que otra faceta de la obra de Capa no haya interesado para nada a esos críticos en búsqueda de la verdad, tan rápidos para desarmar ciertos mitos y cuestionar ciertas evidencias, pero aparentemente menos dispuestos a aventurarse en el terreno político sin duda más peligroso, y a afrontar mitos mucho más poderosos. 



Robert Capa, Haifa. After arriving in Israel, immigrants are sent to reception camps, until housing is found for them.





Entre 1948 y 1950 Capa va a Palestina/Israel, en donde cubrirá la proclamación de independencia de Israel (Ben Gurión esperó que estuviera presente y listo para fotografiarlo antes de empezar su histórico discurso), la guerra y la depuración étnica de los palestinos del nuevo territorio del Estado Hebreo y su construcción.  
¿ Lo hará como periodista objetivo, informando de la manera más neutra posible los hechos, los combates, las expulsiones ? ¿ Trabajará según las reglas admitidas en el foto periodismo (como por ejemplo las de Magnum que ese mismo año fue fundada con su participación)? ¿ Cuestionará las informaciones que le proporcionan los que lo reciben ? ¿ Se esforzará por tener en cuenta también a la otra parte ? ¿ Ejercerá su sentido crítico sobre quienes lo asisten y lo supervisan, o al contrario (como al principio del foto periodismo los Fenton y los Beato) se contentará con transmitir una visión única del conflicto ? ¿ Para resumir, trabajará como periodista o al contrario como propagandista?





Robert Capa, Newly arrived immigrants learning to write Hebrew.




Indudablemente es un tema difícil de plantear sabiendo el peso de los argumentos adversos, sus grupos de presión, su crédito al más alto nivel de nuestros estados; cualquiera que se atreva a afrontarlo se arriesga a crear polémica y lo obligarán, táctica bien experimentada, a que se defienda de la sempiterna acusación de antisemitismo, que vociferan constantemente apenas tocamos esos mitos (y que surgirá seguramente también en los comentarios sobre este papel...), y puede que perjudiquen su carrera. Que yo sepa, únicamente dos universitarios estadounidenses, Andrew L. Meldenson y C.Zoe Smith, ambos profesores de periodismo (él en ese entonces en Temple U., ella en la Missouri School) y no de historia de la fotografía o de estudios visuales (puede que esto explique aquello) se animaron (en un artículo de la revista Journalism Studies de 2006, continuación de una primera presentación en un coloquio universitario en 2002). Que yo sepa, desde hace 9 o 13 años, nadie ha vuelto a tocar sus análisis en Francia (siendo que fuimos muy rápidos para los de Coleman). Que yo sepa solo algunos universitarios israelíes tuvieron el valor de hablar de ello (pero la determinación de los discípulos de Ilan Pappé y de Ariella Azoulay frente a la ideología dominante en su país no queda por demostrar).




Robert Capa, The Altalena burning, Tel Aviv, June 22, 1948




¿ Qué dicen Smith y Meldenson ? Recuerdan primero algunos principios evidentes de la ética periodística : imparcialidad, objetividad, neutralidad (desde 1936 : "la fotografía de prensa debe cuidarse de toda forma de opinión tendenciosa", James C. Kinkaid), y añaden que es siempre importante tener en cuenta la posición ("social location") del fotógrafo en relación con sus sujetos, y que la apariencia objetiva de la fotografía la vuelve de hecho, particularmente eficaz para difundir y fomentar mitos. Hicieron sus análisis a partir de las publicaciones de Capa en revistas y libros entre 1948 y 1951, sin tener en cuenta en este análisis semiótico, la película abiertamente propagandística "The Journey" que Capa realiza en 1950 para la organización sionista The New York United Jewish Appeal, al considerar con justa razón que, si la película era reveladora de las posiciones de Capa, no entraba en la categoría del trabajo periodístico (sin embargo no trabajaron en los archivos israelíes, que seguramente darían informaciones interesantes). Luego cuentan en breve la vida de Capa, recalcando de paso, que en los años 30, Endre Erno Friedman cambió su nombre por Robert Capa (un nombre lo menos identificador posible), entre otras, para disimular sus orígenes judíos, pero después de la guerra apoya con entusiasmo la causa sionista y decide irse para Palestina/Israel por su propia cuenta y sin contrato. Veamos de paso que fue herido en una pierna el 22 de junio de 1948 (salvo error, la única vez en su vida antes de su muerte en Indochina), no con una bala árabe, sino en los combates de Altalena entre la milicia terrorista Irgun de Menahen Beguin y el ejército regular israelí (foto arriba). Recuerdan que otro fundador de Magnum, George Rodger tuvo grandes dificultades para poder publicar sus fotos de la expulsión de los palestinos y de las destrucciones de los pueblos y que sólo una revista alemana las aceptó "los editores de las revistas estadounidenses eran casi todos judíos" explica Rodger en el libro histórico de Russell Miller sobre Magnum (1999). Capa criticó a Rodger por su falta de objetividad: según Carole Naggar, biógrafa de Rodger, Capa declaró : "Rodger fue parcial lo que un periodista nunca debe hacer". Ironía y/o mala fe...




Robert Capa, Jerusalem. June 9th, 1948. A member of the Israeli government forces, the Haganah, in a building surrounding the old city, held by the Arabs.





Después del planteamiento, Meldenson y Smith exponen la manera cómo la creación de Israel es basada en la construcción de un relato mítico que debe ser presentado como una historia objetiva a partir de tres mitos principales (que además se siguen utilizando hoy en la propaganda sionista) , y analizan de manera más detallada cómo las fotografías de Capa apoyaron y fomentaron esos mitos. Primer mito : Israel es un defensor de la civilización (occidental, claro), los árabes son atacantes incivilizados. Esta ficción neocolonialista sigue activa. En las fotografías de Capa prácticamente no hay árabes (aunque representan la mayoría de la población), los raros especímenes (aparentemente solo cuatro identificados) que muestra, están deshechos, presos, heridos, vistos de lejos, estereotipos. Los únicos árabes que fotográficamente son tratados como los judíos (retratos nobles) son drusos de Galilea que lucharon al lado de los judíos. No muestra ningún pueblo árabe destruido o vaciado de sus habitantes, ninguna víctima de las masacres o de las violaciones es visible, ningún indicio de depuración étnica está presente. 




Robert Capa, Near Jerusalem. 1949. A French Jewish immigrant planting a vineyard.





Segundo mito : el Sabra, pionero y soldado heroico. Ahí también el mito del hombre nuevo es bien conocido, incluso si actualmente el mito se ha orientado hacia la alta tecnología o hacia la tolerancia con la homosexualidad ("pinkwhasing"). Las fotografías de Capa muestran tanto como desea a los "héroes", el soldado sonriente, los trabajadores determinados, el trabajo en equipo, la alegría de vivir, todo lo que puede consolidar la imagen de Sabra en las antípodas del judío del ghetto. Muchas de esas fotos están hechas con un pequeño contrapicado (de abajo hacia arriba) para consolidar la idea de fuerza y de nobleza. 




Robert Capa, Galilee. Roadbuilding.





Tercer mito : la Tierra Prometida. Nuevamente vemos la recuperación de mitos bíblicos al servicio de la ideología sionista, lo sabemos, relato sobre un pueblo sin tierra en una tierra sin pueblo, el regreso del pueblo de la diáspora (habrá que esperar a Shlomo Sand para empezar a deshacer este mito), y el derecho inalienable a la tierra de los antepasados. Las fotografías de Capra (y sus leyendas) insisten sobre ese vínculo con la Tierra Prometida, fomentando el mito del regreso y poniendo en escena la apropiación fecundadora de la tierra. 




Robert Capa, Shaar Aliya. 1950. Experimental planting near Red Sea to test productivity in arid soil.









  


En conclusión, para los autores es evidente que la obra de Capra contribuyó a legitimar la creación del estado de Israel y a deslegitimar a sus opositores, y en primer lugar a los habitantes palestinos expulsados de su tierra. Así, sus fotografías dan vida a conceptos abstractos, y orientan al que las mira hacia la conclusión indiscutible de que la creación de Israel estaba escrita en la historia y debía ocurrir. Su promoción de los mitos fundadores del estado encaja perfectamente con el continuo discurso de propaganda ("hasbara") todavía vigente. 




Robert Capa, Haifa. 1949. Upon their arrival, immigrants are placed in reception camps, until housing is found for them.




El análisis de estos dos autores permite relativizar considerablemente la pretendida objetividad periodística, demuestra sobretodo de qué forma los que miran pueden ser "manipulados" por los foto periodistas (también los editores, tema poco abordado en este estudio) y, eventualmente, puede perjudicar un poco más el mito Capra, después de lo de España y Omaha Beach. Pero sobretodo su falta de repercusión a pesar de su pertinencia demuestra hasta que punto a aquellos que deberían ayudarnos a comprender y guiarnos; historiadores del arte, especialistas de estudios visuales, investigadores periodísticos, se les dificulta (o son reticentes) atacar ciertos mitos en los discursos dominantes (pero otros no). Lamentablemente...


Todas las fotos provienen de la página de Magnum : © Robert Capa © International Center of Photography/Magnum Photos

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