dimanche 18 septembre 2016

La segunda más antigua Bienal del mundo


15 de septiembre de 2016, por Lunettes Rouges



(Artículo original en francés, aquí) 



Frans Krajcberg, Gordinhos, Bailarinas e Coqueiros, et Bené Fonteles, Agora: OcaTaperaTerreiro, 2016





Se abre la edición número 32 de la Biennal de São Paulo creada en 1951 (hasta el 11 de diciembre), en un pabellón que construyera Niemeyer. En los tres grandes niveles ritmados por columnas se despliegan 90 artistas, de los cuales un tercio son brasileños, un cuarto europeos (solamente un francés del que hablaremos), grandes contingentes de latinoamericanos y africanos. Se entra por en medio de un bosque de troncos de árboles, esculturas de Frans Krajcberg, un polaco que vive en Brasil (y también está presente en París) y que se preocupa mucho por la ecología : esos troncos negros, verdes y rojos sobre sus raíces piramidales parecen ser una tropa en marcha desde el exuberante parque de Ibirapuera hacia el frío interior del pabellón.  




Bené Fonteles, Agora: OcaTaperaTerreiro, 2016, vista interior parcial





La transición entre naturaleza y cultura, entre Brasil tradicional y visión artística es uno de los temas predominantes de esta Bienal situada bajo el signo de la incertidumbre : ¿ cómo (sobre)vivir en un mundo en mutación ? Aunque algunos artistas presentes se limitaron demasiado a la dimensión ecológica de esas mutaciones, y algunos de ellos desplegaron sobre todo sus certezas en lugar de explorar las dudas se trata de un tema importante y que algunos hacen fructificar admirablemente. Detrás de los árboles de Kracjberg, aparece una choza grande de barro con techo de paja, casa de hombres de un pueblo indígena : el artista brasileño Bené Fonteles ha reunido allí objetos rituales que ha recogido por diferentes países ya sean de culturas indígenas o negras y los pone frente a retratos de Duchamp, Rimbaud o Einstein para crear un lugar de encuentros, de intercambios, en suma, de sincretismos, como antropofagia cultural, como eco de la edición número 24 de 1998. 






Jonathas de Andrade, O peixe, 2016




Como para diferenciarse de la herencia cultural, el joven Jonathas de Andrade presenta al lado, un vídeo de pescadores de Alagoas en el noreste : en un ambiente de manglares tropicales se siguen varias secuencias similares del cuerpo musculoso casi desnudo de un pescador en su barca, primer plano enfocando los ojos, pesca tradicional con red o arpón y luego, una vez que ha cogido el pescado (una especie de mero, diría yo sin saber precisamente de ictiología), tenemos un ritual extraordinariamente sensual, el pescador abraza el pescado, lo acaricia, lo besa, lo acompaña en su muerte tranquila. Es a la vez un momento casi erótico, de una belleza digna de la antigüedad y un testimonio documental de cercanía y fusión con la naturaleza en el que encontramos actitudes indígenas sobre la caza y la pesca. 




Jonathas de Andrade, Suar a Camisa, 2014





De paso, ya que fue uno de los artistas que me impresionó, Jonathas de Andrade expone (hasta el 17 de septiembre) en fila india 120 camisas sucias, impregnadas de sudor (es el título, como nosotros decíamos "hacer sudar el albornoz "), en la Galería Vermelho en San Pablo.  Les compró las camisas en las calles de Recife, a trabajadores que volvían a sus casas después de un día de labor. También muestra un vídeo iconoclasta en el cual yuxtapone una película de época sobre el muy respetado Gilberto Freyre trabajando en su casa señorial de Apipucos y el vídeo de un supuesto empleado doméstico de hoy trabajando en la misma casa : contraste y tensión entre clases y razas, mirada altiva, verdaderamente agradable y educada pero impregnada por su origen social,  y realidad de abajo, más dura y más concreta. 




Video nas Aldeias




Volvamos a la Bienal con otras obras ancladas en la realidad brasileña, pero muchas son simplemente documentales honestos pero poco inspirados y a veces demasiado habladores. La película de Rosa Barba sobre un inmenso viaducto en San Pablo aunque se basa en una reflexión sobre la circulación de informaciones y la inclusión pirata en los circuitos de difusión (Disseminate and Hold), palidece en comparación con su discreta instalación en la rampa, un sencillo rectángulo de luz proyectado en el suelo con un enorme proyector incongruente (White Museum)Tenemos la obra excelente del colectivo Video nas Aldeias, que desde hace treinta años les está dando la palabra a las comunidades indígenas, les enseñan a rodar y les dejan cámaras : un archivo abierto nos presenta 85 películas, cuya más antigua data de 1911, los indígenas expresan de diferentes maneras sus culturas, tradiciones y reivindicaciones. Es imposible ver todo pero tanto la iniciativa como el resultado son excelentes.





Bárbara Wagner, Micl, Mestres de Cerimônias, 2016





Otra obra filmada digna de interés, la de Leon Hirszman, tres películas de 1974-1976 sobre obreros agrícolas recogiendo caña de azúcar o cacao o preparando arcilla : películas en las que los cantos de trabajo constituyen la estructura misma de la acción y marcan la dimensión colectiva del equipo creando una unidad que va más allá de ellos mismos. 
Otra videasta y fotógrafa más contemporánea, Barbara Wagner, documenta la pasión por una música del noroeste, la brega funk, a través de un retrato colectivo de una juventud que busca afirmarse. 





Lais Myrrha, Dois pesos, duas medidas, 2016




Siguiendo con los artistas brasileños que dan testimonios de su país, Lais Myrrha, quien construyó en el espacio central del pabellón dos torres inmensas, la una con materiales de construcción tradicionales indígenas, arcilla, madera, paja, y el otro de vidrio, acero, ladrillo y concreto : dos torres iguales, dos ruinas inútiles, dos mundos que se enfrentan. En otro lugar, la enciclopedia de Wlademir Días-Pino toma cantidades de imágenes de la cultura brasileña, retrabajadas, pegadas, montadas, copiadas, deformadas, para crear así un monumento visual único. 





Wilma Martins, Collina Dona Marta 24 horas




Para terminar (hoy), si su pintura es más clásica, a mí me gustaron, de Wilma Martins, los juegos de luz, dibujos con lápiz de la colina Doña Marta durante 24 horas : la serie empieza con un simple dibujo en blanco y negro, sigue con una estudiada variedad de colores y luces de los que Monet no hubiera renegado, y termina por una explosión en trozos de puzzle. Otra forma de búsqueda en torno a la incertidumbre, fina y discreta pero no menos potente. 


Imágenes del autor exceptuando a Jonathas de Andrade, Video nas Aldeias y Bàrbara Wagner.


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